¡Detrás de los azotes se levantan, más poderosos que ellos, nuestra audacia y nuestra obstinada libertad! Nos deslizamos dulcemente a través de todo lo inquietante, a través de la fuerza temida del látigo, a través del rostro enojado de nuestro padre, y detrás de todo descubrimos nuestra ataraxia y ya nada nos perturba, ya nada nos espanta: tenemos conciencia de nuestro poder de resistir y vencer; descubrimos que nada puede violentarnos. 
Max Stirner.
Back to Top